Siempre hay que regresar por eso, ¿qué mejor experiencia por el paso de Barcelona que llevaros un doble recuerdo: el de la ciudad y su hotel? Tras un día en las calles de Barcelona, siempre tan viva, con tantas oportunidades, llega la hora del relax, de la desconexión. ¿Qué necesitáis? Un lugar con amplios espacios, luz natural, cómodas instalaciones, uno de esos sitios donde se aprecia el gusto por la tranquilidad, donde las horas pasan de manera sencilla en un ambiente cercano. Tomad nota.